Y de pronto, revisando de reojo mis mensajes, y con ganas de verte aunque sea de lejos me encuentro con un tú inmenso, hermoso, loco, imponente, callado, en blanco y negro,tan ajeno.
Tengo que aceptarlo, ya no te conozco y eso, me quita todas las palabras, todas las ganas de llamarte, de preguntar por tus dias, y asi me quedo con una nada profunda, con la duda de haber dormido con ese de blanco y negro tantas noches, con el punto final de mis letras en la punta de la lengua...